En busca de una nueva forma de ingreso

12:30 pm 13-mayo

Jazmín Muñoz Yela

Martha Lucy Córdoba Gómez es una trabajadora sexual que supera los 40 años de años de edad. Sus condiciones económicas y situación familiar la llevaron a ejercer la prostitución como una alternativa para no tener que morir de hambre mientras conseguía algo mejor, pero los años fueron pasando y ella no ha podido salir de ese mundo.

“Llevo muchos años en la prostitución, no es algo que me enorgullezca, pero a veces de ello depende que los míos y yo podamos comer. Tengo tres hijos, la mayor tiene 21 años, el que sigue 20 años, el tercero 12 y ahora tengo a mi cargo a mi nieto”, indicó Martha Lucy.

Ella por más que ha intentado salir de la prostitución, no ha podido, porque la decisión de traer al mundo a sus hijos, se volvió la ‘arena movediza’ que no la deja salir.

“Al tener a mi hija necesitaba darle de comer, ya éramos dos. Poco tiempo después llegó mi hijo y éramos tres, ya no podía pensar en cambiar de oficio, porque el tiempo que tenía era para conseguir lo que se necesita para sobrevivir con dos niños. Ocho años después llegó el tercero que ahora tan solo tiene 12 años. Mis hijos saben a qué me dedico, tristemente mi hija mayor nunca ha podido perdonarme y me reprocha. Ella consiguió pareja, quedó embarazada y trabajaba vendiendo dulces en los buses, pero su esposo se metió en problemas y está en la cárcel, por su situación económica le iban a quitar a su hijo, así que para que no se lo llevarán lo recibí yo”, agregó esta luchadora madre.

Hoy por hoy, esta mujer enfrenta la situación de emergencia sanitaria por la que atraviesa el mundo entero con temor, porque su oficio le implica necesariamente involucrarse con otras personas y ella tiene las defensas muy bajas, por eso le pide al municipio que se le tenga en cuenta a ella y un grupo más de mujeres y que se les de ayudas para poder poner un negocio y no depender de la prostitución.

“Tengo pareja, él sabe a qué me dedico, él trabaja como obrero y no puede generar los ingresos suficientes para que yo pueda salir de ese oficio, así que no me reprocha. Vivimos todos juntos por las Tres Cruces, y cerca a nuestro rancho vive la suegra a quien debemos ayudar, por eso es muy difícil salir de esta vida, pero si nos ayudan, nos vinculan con algún programa en el que podamos generar nuestros propios ingresos, podremos dejar este oficio. No pedimos que nos mantengan o que nos den todo regalado, pedimos que nos den la posibilidad de emplearnos en algo y generar nuestro propio dinero de otra forma que no sea con nuestros cuerpos”, concluyó Martha Lucy.

Como esta mujer hay un grupo grande que se dedican a la prostitución, personas que están en situación de pobreza evidente, pero que, a la fecha, en lo que llevamos de cuarentena, no han recibido ningún tipo de ayudas del gobierno. En la base de alimentos aparecen en revisión, personajes de la vida pública le han ofrecido ayudas, pero hasta ahora no han llegado.

Nos comunicamos con la secretaria de la Mujer, quien indicó que hay unos programas en los que ellas se pueden vincular, pero que se va a estudiar el caso para poder brindarles una opción.