El viejo truco de la distracción

NELSON EDUARDO PAZ ANAYA

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Se mira el país, en ocasiones con mucho optimismo, se cree va por los caminos de la modernidad y de la modernización, las ciudades crecen y de vez en cuando un cultivo robusto, en el espacio rural, hace pensar en las ventajas de la tecnología y de la innovación, más aun, cuando merma la violencia del conflicto, creando la ficción de un pueblo en paz; pero arrecia la pobreza, porque unos cuantos sinvergüenzas, se roban los recursos del desarrollo, aumentando la inequidad.

Dura esta realidad, pero es así, la afición a la plata fácil heredada de la época de la cultura narco, ocasiono de contera la aberración del apoderamiento de los recursos públicos, para su inversión en campañas políticas, creando círculos de retomas de poderes públicos, para su repetición.

Colombia, desde los primeros tiempos de su historia, ha sobrellevado etapas difíciles de violencia y pobreza, ha carecido de modelos económicos de planeación que le hubiesen permitido puestos destacados en la escala del desarrollo agrícola e industrial, no ha escapado a los vende Patria de siempre, que colocan pequeños intereses por encima del sentimiento de solidaridad nacional; pero si se parte del registro de la historia, nunca como ahora, ha soportado peores momentos.

Coincide esta situación, con el amontonamiento de los escándalos de corrupción regional y nacional, a tal extremo que el gobierno se ha visto en la necesidad de desempolvar la estrategia de distracción de la opinión pública, a fin de evitar colapse el sistema por la presión social manifiesta en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Por esta razón, los clientelistas que continúan transportando comunidades lejanas, para contarles sus hazañas en el direccionamiento de recursos públicos para la solución de sus necesidades, no tendrán éxito, ante tanta corrupción nadie, come cuento.

Dada esta situación, vuelven los viejos trucos, el Ministro del Interior, aparece como el gran reinventado, con el cuento de adecuar la democracia, adalid de la reforma política, con aspectos tan baladíes como pretender mostrar al país las bondades de autorizar la mayoría de edad a los diez y seis años, si los padres de familia reflexionan solo unos segundos, ¿pueden imaginar, el hijo a esta edad con pleno ejercicio ciudadano?

Un País, con tantos problemas y meterlo en la discusión de si sirve o no la vicepresidencia?- Que la manera de evitar la corrupción es financiar más, las campañas electorales, tocara subir el IVA al 50% .- El cuento del aumento de los periodos, es otro distractor que solo sirve para entusiasmar a los elegidos en ejercicio. – Como queda claro, nada relacionado con la real problemática de la Nación.

Solo falta la programación de la Selección Colombia, con la de un País de interés y de impacto emocional, como por ejemplo la Selección Rusa, para que se olvide la gravedad de Odebrecht, Reficar, los préstamos del Banco Agrario. Mientras no dejan entrar a los campesinos, buscan a los ladrones extranjeros para prestarles ciento veinte mil millones de pesos, que no devolverán nunca y que son de los impuestos que nos metieron, entre otros, los parlamentarios caucanos.

Estos paraguas gigantes, además cubren los escándalos locales, en el Cauca, no se sabe cómo va lo de Indeportes, que paso con los diez mil tres cientos treinta seis mil pesos que señalo el Contralor como faltantes en el almacén de la licorera, para no mencionar el desperdicio de las Regalías, sumado a las flacas explicaciones del Gobernador sobre la contratación.