El fin de las Farc

Con la refrendación por parte del Congreso del acuerdo suscrito entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc el pasado miércoles se inició formalmente el proceso de desmovilización y desarme de ese grupo que tanto dolor causó en el Cauca y tanto afectó el desarrollo de nuestro departamento. Es la noticia del año y claro, el mayor aporte de un gobierno a ésta región en décadas.

Las ventajas en materia de protección de derechos humanos son obvias: sin conflicto armado con las Farc se acaban los enfrentamientos con la fuerza pública y por tanto nos ahorramos centenares de policías y soldados muertos o heridos como consecuencia de la confrontación. Dejará de haber reclutamiento forzado de menores, no habrá secuestros ni extorsión. La infraestructura vial ya no será objeto de ataque y esperamos que comience un ambicioso programa de erradicación de cultivos ilícitos que alimentaban el conflicto.

Las ventajas económicas son notorias: según dice el Ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, el área sembrada ha crecido considerablemente como consecuencia del cese del fuego decretado por las Farc desde Julio de 2015. Los testimonios de los campesinos de Totoró, para citar solo un ejemplo, son alentadores: después de que la guerrilla les “secuestrara” la enfriadora de leche, ahora se han vuelto a asociar y la producción ha crecido considerablemente. La valorización de la propiedad inmueble del Departamento está documentada en diversos análisis.

Hace ya varios meses en este medio habíamos difundido el testimonio de una docente de Toribío que registraba que el nivel de inasistencia a la escuela se había reducido por la terminación de los enfrentamientos militares y el gobierno hizo una promoción invitando a venir al Cauca, en la pasada semana santa para aprovechar las ventajas que las condiciones de seguridad habían mejorado considerablemente.

Se puede decir, sin exageraciones, que gracias al acuerdo con las Farc hay un nuevo Cauca, por eso desde el inicio del proceso de negociación con esa guerrilla apoyamos ese esfuerzo.

No reconocer este logro histórico resultaría mezquino. Claro que no se acabará la pobreza y se mantendrán factores de violencia, pero es que la promesa de los negociadores oficiales era convenir unas condiciones para que acordar el fin de las Farc como organización armada y eso es lo que han logrado. Mantener esa posición sería tanto como cuando se inaugura una carretera.

Terminar el conflicto con las Farc no arregla todos los problemas del Cauca, pero sí resuelve el que más daño hacía.

Aunque respetamos las opiniones contrarias, no podemos compartir la tesis de quienes, aún hoy, sostienen que lo convenido con las Farc es inconveniente, e incluso se disponen a pedirle a los electores que los elijan en el 2018 con la tesis de “modificar” –que no sería otra cosa que incumplir- lo acordado en La Habana y suscrito en Bogotá.

Esperamos mucho de lo que viene, pero el logro mayor ya se alcanzó: se acabaron las Farc.

Lo que debe venir ahora es un cambo rotundo en el modelo de desarrollo regional. Hay que distribuir más equitativamente las oportunidades y los beneficios entre todos los departamentos. Hay que generar las condiciones físicas y sociales para que Departamentos como el Cauca superen las condiciones de pobreza y desigualdad que resultan éticamente inaceptables, pero hay que subrayar que nada de eso se podría lograr sin haber terminado el conflicto con las Farc y sin resolver la situación con el ELN.

El acuerdo que entró en vigencia el pasado miércoles, es un documento razonable que garantiza los derechos de las víctimas a la vez que identifica condiciones aceptables para los miembros de la guerrilla y así hay que valorarlo.

Tenemos la certeza de que ninguna noticia va a cambiar tanto y en forma positiva la vida de los caucanos en las próximas décadas como la que se registró esta semana sobre el fin de las Farc como organización armada.

En hora buena, entonces, la noticia: ¡se acabaron las Farc!

 

Fe de errata

La pasada edición cometimos un terrible error ortográfico en la portada del diario. Ofrecemos disculpas a nuestros lectores.