¿El Colegio Mayor, claustro o fortín político?

HERMAN MONTOYA LLANTEN

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Justo ahora que se encuentra en discusión en el Congreso el acto legislativo denominado de “equilibrio de poderes”, cuyo nombre encierra toda la problemática que no ha permitido la paz de esta país, por la politización de la justicia, el contubernio entre el ejecutivo y el legislativo, condenado a mendigar cupos indicativos y la promiscua relación entre entes de control y todos los anteriores, se presentan en la cuidad dos eventos que merecen análisis, el primero relacionado con el alumbrado público, cuya discusión central consiste en determinar quién se queda con el contrato de mantenimiento y ampliación y como consecuencia con sus utilidades, el segundo la elección del rector del Colegio Mayor.

El primer evento ha ido tomando un volumen importante de defensores en favor de las empresas de la región, el segundo se ha reducido a una campaña con tintes y sabor político a favor del Doctor Luis Guillermo Céspedes Solano, actual secretario de Educación del municipio, ante lo cual no parece existir resistencia ni contradictores. Sin embargo con todo el respeto, disiento y expreso que, el proceso de selección del rector del Alma Mater debe estar alejado de intereses políticos. Por tratarse de una institución universitaria el rector debe ser un técnico; la evidencia más contundente que sustenta mi hipótesis es ver los frutos de politizar la Universidad del Cauca, con rectores con amplia formación pero mucha actitud política, lo cual ha generado, entre otros, un presunto pacto de mediocridad para acceder a puntos que permiten obtener beneficios económicos a una cantidad importante de profesores, de hecho los involucrados comienzan a ser llamados a rendir versión libre.

Me parece que hacer la elección de un político es comenzar a politizar el Colegio Mayor, y los políticos por santos que sean llegan con su recua de lagartos y langostas y terminan acabando con lo que sea, no quiero decir que el tulueño vaya a destruir el colegio, pero abriría el camino para que la institución se la apropien los conservadores, como hicieron con el ministerio de agricultura y vea como está el campo o como tienen la ciudad, en cambio la próxima administración municipal o departamental si debería pensar en incorporarlo en su gabinete, porque el señor si es un político bien preparado.

Esta columna no es una campaña en contra del actual secretario de educación municipal, es en contra de la fea costumbre que tenemos de politizar la educación, la justicia y todo lo que pueda representar algo de poder, ni tampoco es en contra de los conservadores, que deben iniciar un proceso de purga dados los nefastos resultados en el Cauca, no sería saludable dejarle todo a los liberales porque terminarían legislando a favor de poder casar gallinas con elefantes.

Tanta norma y tanta regulación deja de ser practica y funcional, por tanta excepción, así las cosas, si es fulanito nos saltamos la ley, no es evidente el desorden que se armo con la reelección de Uribe, comencemos a hacer la cosas bien y con seguridad el Cauca será mejor.