El café une los hogares de mujeres emprendedoras

“Lo más importante no es la estabilidad económica sino la emocional y espiritual para fortalecer nuestros hogares”: Manuelita del Mar.

Manuelita del Mar, representante de la Asociación de Mujeres Ahorradoras Cafeteras de Morales, participó con sus productos en el segundo Foro y rueda de negocios de la Fundación Mundo Mujer. / Alexander Paloma – El Nuevo Liberal.

Alrededor del café se tejen muchas historias. La siguiente es de una ellas porque gracias a una asociación de mujeres productoras, ahora sus familias son más unidas y felices.

Manuelita del Mar, representante de la Asociación de Mujeres Ahorradoras Cafeteras que se dedican a la producción y transformación del café en el municipio de Morales, Cauca, comercializan el café Almendras Doradas, tipo exportación.

“Nos ha tocado un camino muy recorrido y duro para llegar a ser asociación porque somos mujeres cabeza de hogar y víctimas del conflicto armado”, cuenta Manuelita, quien participó con su stand en el segundo Foro y rueda de negocios de la  Fundación Mundo Mujer.

El origen de la organización hace seis años fue a raíz de las problemáticas que tenían cada una de sus integrantes. Por esto se capacitaron en autoestima, fortalecimiento organizacional y ahorro colectivo, para que sus metas comenzaran a ser realidad.

Algunas de estas mujeres sufrieron violencia intrafamiliar y sus hogares se iban desintegrando, comenzaron a tomar conciencia y a empoderarse de su proceso, “fuimos metiendo a nuestros esposos porque eran escépticos de lo que trabajábamos, por los celos y la cultura que la mujer es de la casa y el hombre de la calle, pero la idea no era chocar con ellos sino concientizarlos para hacer un buen equipo”, comenta la emprendedora.

Este es precisamente uno de los logros que destaca Manuelita, es decir la unión familiar, trabajar en equipo para luego entregarle unos “buenos hijos a la sociedad, puesto que muchas hemos estado dentro de los  grupos armados del conflicto y hemos querido reivindicarnos con este trabajo. Lo más importante no es la estabilidad económica sino la emocional y espiritual para fortalecer nuestros hogares”, asegura.




Entre las dificultades para el surgimiento de la asociación ha sido obtener el registro Invima, a pesar que el café es procesado como se hacía antiguamente, es decir sin máquinas sino artesanalmente. Han tocado puertas oficiales para concretar ese requisito pero no ha sido posible, sin embargo siguen adelante.

La Asociación de Mujeres Ahorradoras Cafeteras cuenta con alrededor de 60 mil árboles para producir el grano. Otro tropiezo de la empresa es la poca infraestructura que tiene para el procesamiento y además como vende café tipo pergamino seco, siempre hay intermediarios “donde se queda el valor agregado, la meta es poderlo exportar directamente”. No obstante, las 12 mujeres asociadas continúan con el anhelo de conquistar más y más metas alrededor del grano del café.