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    El agridulce de la VII Feria del Café

    El café es un producto dinamizador de la economía en el Cauca, los campesinos siguen dando la lucha a pesar de las adversidades.

    Compradores motivados por los productores a ofrecer un precio más alto por los lotes ganadores. / Fotos Alexander Paloma – El Nuevo Liberal

    Por: Jazmín Muñoz Yela

    El agrio

    La VII Feria del Café estaba planeada para ser desarrollada en el municipio de Toribío, Cauca; sin embargo, por situaciones de orden público, se hizo un primer cambio de planes por lo que la subasta de los 10 mejores lotes de café fue realizada en las instalaciones del Comité de Cafeteros del Cauca.

    Entendible situación dado que había compradores de países como Arabia, Corea, Estados Unidos entre otros, a los que no se podía poner en riesgo conociendo la tensión que había en la zona.

    “Para nosotros es muy significativo hacer la séptima versión de la feria, vinieron compradores de Arabia, Holanda, Corea, Estados Unidos, resaltando el valor del café, porque detrás de cada taza hay una historia de resistencia”, indicó Gerardo Montenegro, director Ejecutivo del Comité de Cafeteros del Cauca.

    El dulce

    Con toda la motivación y las ganas de sacar adelante la feria, el Comité de Cafeteros decidió trasladarse a Toribío a realizar la feria y en el sitio premiar a los ganadores.

    Personal del Comité, periodistas y cientos de cafeteros de distintas zonas decidieron seguir adelante, porque la apuesta es por otras alternativas que le hagan frente al conflicto y que signifiquen el mejoramiento de la vida de las personas que habitan el sector rural.

    “Queremos decirles a los caficultores que tenemos otras opciones de mercado, que otras alternativas son posibles, con precios distintos y cara a cara entre el comprador y el caficultor, ofreciendo un mejor precio, por una mejor calidad”, agregó Montenegro.

    Los personajes como el profesor Yarumo compartieron con los cafeteros y habitantes de Caloto.

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    Toda la comisión que salió desde Popayán y desde otros municipios del Departamento, fueron frenadas en Caloto, la caravana de chivas, buses y carros no alcanzó a recorrer muchos kilómetros cuando la Guardia Indígena informó de un ataque armado contra la caravana de avanzada que se disponían a recibir a los visitantes a la Feria en Toribío con saldo de dos muertos y 4 heridos y un hostigamiento a la cabecera del mencionado municipio.

    Todo lo anterior obligó al traslado de todos los eventos de la feria a Caloto.

    “Lo intentamos, desde el Comité hicimos todo lo posible por llevar la feria, pero la situación de orden publico se nos sale de las manos, pero no vamos a dejar de hacer la feria, así que nos concentraremos aquí (Caloto) porque es importante que los caficultores sigan venido las bondades de la caficultura”, dijo Gerardo Montenegro.

    Parte de la caravana que se dirigía a Toribio y fue devuelta del sector del Palo.

    El dulce

    Con tristeza y dolor se desistió de continuar hasta Toribío, pero la feria debía continuar, reconocer a aquellos caficultores que han logrado cambiar sus vidas y la de muchos a su alrededor, y la herramienta ha sido el café, el arma contra la violencia. En Caloto se culminaron las actividades propuestas para la feria, Juan Valdez compartió con la gente tomándose fotos y el profesor Yarumo junto al director del Comité le pusieron alegría para hacer distintos concursos como el del colador, cantar, pruebas de conocimiento sobre café entre otras dinámicas que recordaron que la razón para estar ahí es el caficultura.

    “Cuando me enteré del concurso no creía mucho en ello, pero mi familia me motivó y hoy logramos ganar este concurso. El café es una alternativa de vida, con el se puede abrir puertas, abrirse al desarrollo, gracias al café hoy estoy terminando mis estudios en Ingeniería Agropecuaria, así que puedo decirles que sí se puede, que hay que decidirse e intentarlo”, indicó Yeimy Ciclos, ganadora de la VII Feria de Café, procedente del municipio de Totoró.



    Premiación del concurso en Caloto.

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    En el ambiente quedó un mensaje un poco desalentador, en el Cauca se está retrocediendo y los más afectados son nuestros indígenas y campesinos, quien otra vez debe lidiar con la violencia.

    “Se siente rabia e impotencia, porque la feria es algo tan importante para los cafeteros y a través del café se han podido cambiar vidas, incluso de personas que han hecho parte del conflicto, pero empezamos a sentir que vamos de para atrás otra vez y no lo podemos permitir”, dijo habitante de Caloto.

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    También quedó en el ambiente el saber que los compradores están viniendo al Cauca, se están enamorando del café que se produce, están motivando a otros compradores comprar en el Cauca, a conocer las historias de vida que mueven el café de excelente calidad que acá se produce.

    “Nosotros el en mundo del café queremos que los compradores conozcan el café caucano y sus productores, en eventos como estos lo que hacemos es conocer las historias, luego contarlas e invitar a otros comercializadores de café a que conozcan el Departamento. Ellos vienen a conocer el café, su calidad, a catarlo y después invitan a otros”, indicó David Bolt de Alianzas comerciales de la Usaid.