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    Educación rural del Cauca se fortalece con la producción de café

    ‘Escuela y café’ es un proyecto que por estos días dio uno de sus logros más importantes al exportar a Dinamarca más de 1.700 kilos de café producido por jóvenes estudiantes de la zona rural del departamento.

    Por: Olga Portilla Dorado

    @olguitapd

    Este es el cuadro que pintó Jhenny ‘mis manos mi futuro’. Con la acogida que tuvo el concurso, la Gobernación del Cauca, a través de su Secretaría de Educación, expresó su interés de apoyar la realización de la próxima edición. /Fotografía: Olga Portilla

    En los próximos días Jhenny Marcela Cometa Cruz, estudiante de la Institución Educativa Nuestra Señora de La Candelaria del municipio de Inzá, se aventurará en un viaje que la llevará durante dos semanas a Europa, donde recorrerá la ‘Ruta del café’, que iniciando en Madrid, la llevará conocer Barcelona, Venecia, Roma y Copenhague, hasta llegar hasta Trieste (Italia), donde además de conocer la industria del café desarrollada por la empresa Illy Caffe, representará a la nueva generación de caficultores caucanos.

    Este premio lo obtuvo tras ocupar el primer lugar en el concurso de pintura para niños y jóvenes ‘pintando la caficultura caucana’ organizado por el Comité de Cafeteros del Cauca en alianza con el colectivo cultural Wipala y financiado por la empresa exportadora ‘Ascafé’, como parte de la celebración de los 90 años de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC).

    Durante cuatro meses, como Jhenny, otros 1.800 estudiantes de 39 colegios vinculados al proyecto ‘Escuela y Café’ de las distintas zonas del Departamento, tuvieron la oportunidad de participar no solo de este concurso, sino de recibir capacitación para transmitir con sus dibujos los sentimientos que les genera el café, además de expresar su relación con su territorio y la identidad cafetera.

    Fue así como, tras la elección en cada colegio y de realizar una serie de exposiciones regionales, clasificaron 234 cuadros (seis por institución) y de los cuales 24 llegaron a ser finalistas. Historias conmovedoras y llenas de amor,  que se lograron evidenciar el pasado 27 de junio cuando se adelantó la exposición y la premiación de este concurso de arte.

    La pintura de Jhenny (ver foto 1), joven caficultura de Inzá retrata la integración generacional alrededor de la caficultura, las actividades familiares y comunitarias que surgen alrededor del grano, la cotidianidad de los caficultores de este Departamento, esa herencia y el arraigo que tiene su familia por este cultivo, los mismos que caracterizan a esas 93.800 familias cafeteras que hay en el Cauca.

    “En mi dibujo representé todo lo que es la tradición, la generación, la cultura y las actividades familiares que se tejen alrededor del café, pero especialmente todo lo que los padres le dejan a los hijos, sus sacrificios, porque ellos todo lo que hacen es por nosotros para que salgamos adelante”, dijo Jhenny.

    La joven caficultora ilustró unas manos que sostienen taza de café, una mano adulta que representan la tradición y otra joven que significa el futuro. “Representan todo lo que hacemos y nuestro futuro, por eso el título: ‘mis manos, mi futuro’, y dentro de ellas está todo lo relacionado con el café y el proceso de los caficultores para producirlo y comercializarlo”, puntualizó la ganadora.

    1.700 Kilos de café caucano producido por jóvenes estudiantes de la zona rural del Cauca se exportaron a Dinamarca.

    Y aunque su familia no logró acompañarla debido a labores propias de su finca y porque por esta época está ‘viva’ la cosecha de café, Jhenny Marcela, les llevó la buena noticia de que con el viaje que obtuvo como premio conocerá a los consumidores extranjeros del café que se produce en el país, en el departamento y por supuesto en el municipio de Inzá.

    “Será una grata experiencia donde podrá ver del otro lado de la cadena de valor del café cómo es el negocio, quiénes son los consumidores y desde allá poder transmitirle a los jóvenes cafeteros lo que es la visión global de la industria cafetera”, indicó Gerardo Montenegro, Director Ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Cauca.

    El directivo también reconoció el esfuerzo y talento de los otros participantes, quienes trabajaron elaborando sus pinturas y aprendiendo algunas técnicas gracias a la labor del maestro Jafeth Gómez y su colectivo Wipala.

    “Queremos resaltar de las juventudes, que son esperanza del gremio cafetero, que en ellas está muy arraigado el tema del café, y eso lo que nos dice es que ahí están las nuevas generaciones que van a asumir la responsabilidad de los próximos 90 años de esta empresa. Historias como la que tiene cada pintura para nosotros significa encontrar que los jóvenes tienen claro lo que significa en lo económico, en lo ambiental, en lo social y cultural  la industria del café, el café y la Federación”, puntualizó Montenegro.

    “Mi abuela me dice que si voy a ser profesional haga algo por el campo”

    Con esa frase Sergio Andrés Salazar Rojas, explica que la pintura que él hizo fue en homenaje a su abuela, una indígena del municipio de Inzá, quien actualmente está en silla de ruedas y por años se dedicó a la caficultura.

    Ella y sus padres le inculcaron desde pequeño el amor no solo por el café sino por el campo, por su territorio y por sus raíces, por eso tituló su obra: ‘Mi herencia, tu herencia: el café’, porque es el legado que le dejó su abuela, quien siempre a través de sus historias le ha inculcado que debe estudiar y ser profesional, pero pensando siempre en cómo ayudar a su comunidad y al campo de la región.

    Y sin duda Sergio ha seguido esos consejos pues desde hace dos años hace parte del proyecto ‘Escuela y Café’, con el cual él y su familia actualmente tienen 2.800 plantas de café, las cuales ya han dado sus primeros frutos para apoyar la economía de esta familia y los estudios de Sergio.

    Por su parte, Paula Andrea Penagos, estudiante de la institución educativa Guillermo León Valencia del municipio de Caldono, quien también participó del concurso, retrató una escena familiar que vive en su mente desde que era una niña: su abuela tostando el café en las ‘cayanas’ (vasijas elaboradas de barro) donde sobre el fogón se tuesta tradicionalmente el café.

     “Mi dibujo se llama ‘café, familia y tradición’. Alrededor de las ‘cayanas’ nos reuníamos toda la familia y ella nos contaba y nos transmitía oralmente sus saberes, sus tradiciones, que fortalecieron nuestras raíces, que han fortalecido mis valores. Y es ahí al lado del fogón donde se reúne la familia a compartir valores, a compartir sus experiencias, a enseñarnos para llevar con amor, valor y honor el café”, comentó Paula.

    Sin duda, escucharla hace que lo que manifiesta el directivo del Comité de Cafeteros pueda ser una realidad, que estos jóvenes que se están formando en la zona rural, ecibiendo saberes agrícolas sobre el cultivo del café, logren ser en los próximos años los cafeteros de la región, dándole continuidad a la labor familiar con la que sus padres los sacaron adelante.

    “Toda mi familia es cafetera, incluso mi colegio que hace parte del proyecto Escuela y Café fue uno de los que sacó café para hacer la primera exportación a Dinamarca. Es que acá en Caldono todos sin importar género y edad estamos vinculados desde pequeños al café”, explica la estudiante.

    Escuela y Café, la meta: producir 1,5 millones de kilos al año

    “Escuela y Café es una propuesta pedagógica productiva que incorpora el tema del café en los contenidos curriculares de las escuelas públicas rurales ubicadas en regiones cafeteras, buscando que los aprendizajes sean significativos y pertinentes para el entorno rural”, señala el objetivo de la propuesta.

    Dicho proyecto es ejecutado desde hace varias décadas por la FNC, y que en el Cauca se retomó desde 2009, cuando el Comité Departamental dispuso que esa debería ser una de las líneas más importantes en su accionar.

    “El gremio cafetero lo que hizo fue inyectarle recursos para poder apoyar las instituciones educativas y los proyectos pedagógicos productivos de los jóvenes, con el fin de concientizar a los padres de familia que si un joven, desde la escuela empieza a ver el emprendimiento y el emprendimiento es el café y éste tiene buen precio, pues ahí vamos a tener una oportunidad para que el grano le dé a los jóvenes la posibilidad de seguir estudiando”, dijo Gerardo Montenegro.

    Y es que la dificultad en estas zonas del Cauca, como en otras regiones del país, no era que los estudiantes de la ruralidad no tuvieran capacidades para llegar a una Universidad, sino que carecían –y aún carecen- de los recursos para hacerlo. “Por eso se crea Escuela y Café con todo un proceso pedagógico detrás, de formación de personas, de cultivo de café, pero con una visión: café para seguir estudiando”, señaló el directivo.

    “Ascafé se ha propuesto lograr hacer una producción de 1,5 millones de kilos de café, es decir el 1,5% de la producción del departamento con los jóvenes productores del Cauca, es posible lograrlo tenemos jóvenes líderes hoy por hoy que van a apalancar para que eso sea posible”, Carlos Arturo López, director de Ascafé.

    Incluso este año las noticias para estos 11.400 estudiantes que hacen parte del proyecto Escuela y Café han sido alentadoras, pues en mayo, desde el Colegio Guillermo León Valencia de Caldono se inició la comercialización de su café; al igual que el logro obtenido hace poco, cuando pudieron exportar a Dinamarca el primer microlote de café (50 sacos de 35 kilos), entregado por 34 estudiantes de las Instituciones Educativas: Guillermo Valencia del corregimiento de Pescador (Caldono); I E Noroccidente La Tetilla (Popayán), y Efraín Orozco, de La Venta (Cajibío).

    Según se conoció, la meta al finalizar este año es la exportación de 15 mil arrobas de café excelso; que generará un ingreso superior a los 1.200 millones de pesos; recursos que fortalecerán la educación y evitarán la deserción escolar de los jóvenes cafeteros del Cauca.