Editorial: El nuevo Congreso para el Cauca
En un balance en general a nivel nacional de las elecciones del domingo anterior, podemos decir que se ratificó la fuerza del senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien obtuvo la mayor votación al Senado, no obstante su caudal electoral fue menor que el obtenido por la lista cerrada en el cuatrienio anterior. Es así como el Centro Democrático pasó de tener 21 curules a 19 en el Senado.
Antanas Mockus, quien se había retirado de la política pública, dio la gran sorpresa al obtener la segunda votación del país, con la Alianza Verde, y Jorge Robledo, con el Polo, se constituyó en el tercer senador más votado.
Ahora a nivel regional y como parte negativo, tenemos que empezar con las tensiones generadas por las denuncias de fraude en el proceso electoral legislativo surgidas desde el dos miembros del partido de la U, quienes libran una pelea ‘cuerpo a cuerpo’. Felipe Muñoz y Faber Muñoz, reclaman el número de votos necesarios para la única curul en disputa.
Otro punto preocupante fue la gran cantidad de votos nulos que a nivel nacional superaron los 2 millones y medio (en Cauca superó los 72 mil votos). Se demuestra así, infortunadamente, la poca educación electoral un grueso número de colombianos.
Igualmente hay que valorar que cuatro senadores nacidos en el Cauca llegarán al Congreso, uno más que en la anterior legislatura. Se reeligieron el Liberal Luis Fernando Velasco y Paloma Valencia del Centro Democrático y llegaron por primera vez a dicha dignidad, Temístocles Ortega por Cambio Radical y Feliciano Valencia por la Mais, elegido en circunscripción especial indígena (Claro está que su ratificación aún está en veremos debido al voto en blanco por dicha circunscripción).
Por el lado de la Cámara, dos liberales tendrán la representación caucana: Carlos Julio Bonilla, quien repite por tercera vez con su gran potencial de votos en el norte del Cauca y Crisanto Pisso, que, en tres periodos ha sabido mantener su caudal electoral en el oriente y centro del departamento.
Entre tanto, por el partido de la U se mantiene en su curul John Jairo Cárdenas y por ahora se está a la espera de los resultados del escrutinio para determinar si Felipe Muñoz o Faber Muñoz se quedan con la ansiada dignidad. La lucha jurídica apenas comienza.
Como se puede palpar a simple vista, pocos cambios se presentan en la representación caucana en el Congreso. En la cámara alta ya sabíamos que Marco Avirama no se presentaría a elecciones, siendo su reemplazo el hombre fuerte de la Acin, quien en representación del Mais es por ahora la cuota indígena del departamento en el Senado.
Por su parte en la Cámara de Representantes era conocido que Óscar Ospina al intentar subir al Senado, dejaría su curul en disputa. Dicho cargo cambió de partido y por ahora asomaría un nuevo nombre (a la espera de la decisión de la Registraduría).
Es visible que en el Cauca los movimientos alternativos siguen su lucha en búsqueda de los votos que los lleven a dignidades legislativas nacionales. Fue así como nombres de jóvenes políticos que se midieron por primera vez en esta contienda, deberán acopiar toda esta experiencia a fin de sacar mejores réditos en próximos procesos electorales.
Estos caucanos tendrán el reto de trabajar en bloque en beneficio de la región. Tradicionalmente los caucanos nos hemos quejado de la poca gestión de nuestros congresistas en los grandes temas de interés regional. Vías, tierras, campesinado, etnias, reglamentación minera, protección de los páramos y de los sistemas acuíferos, estímulo a la industrial regional, entre otros muchísimos temas, requieren atención urgente. Esperemos que esta repitente bancada esta vez sí marque la diferencia para que dentro de cuatro años no estemos con el mismo lamento.
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