Editorial: Accidentalidad y responsabilidad al volante




LOGOA raíz de los fatales accidentes de tránsito, ocurridos el pasado fin de semana y el lunes anterior, donde murieron tres personas y dos más quedaron heridas, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Popayán volvió (por enésima vez) a alertar a las autoridades municipales por el elevado número de siniestros en calles de nuestra capital. Y como una fuerte campanada al oído de la seccional de tránsito de la Policía Metropolitana y de la Alcaldía de Popayán, el ente de rescate informó que entre sábado y domingo, sus unidades acudieron a la atención de 23 accidentes de tránsito, trasladando a más de 15 personas a centros asistenciales con lesiones de consideración, por estos sucesos ocurridos a lo largo y ancho de Popayán (recordemos que en ese rango de tiempo murieron dos motociclistas).

Para el cuerpo bomberil, esta racha de accidentalidad fue atípica, toda vez que no estuvo enmarcada en alguna fecha especial o en un fin de semana con quincena a bordo. Ahora, eso no significa que el promedio de 8 accidentes atendidos por día, tampoco sea preocupante. Porque eso sí, estas cifras parecieran que estuvieran validando el mal comportamiento de muchos conductores, motociclistas y peatones, ya que en las últimas semanas, no hay un solo día sin un accidente de tránsito en calles payanesas. El llamado entonces es a solicitar planes de prevención y concientización para quienes hacen uso de las atiborradas calles de nuestra ciudad.

A manera informativa, recordemos que Forensis registra para Popayán en 2014, la muerte de 57 personas en accidentes de tránsito y 474 más lesionadas. Para el 2015 lo más seguro es que estas cifras sean parecidas incluso con tendencia a superarlas.

Sobre las causas que generan estos incidentes, los cuales en su mayoría llevan tristeza y dolor a muchas familias payanesas, las autoridades no se han pronunciado en forma globalizada. Sin embargo y según la racha que acabamos de pasar, en muchos casos la imprudencia y falta de pericia de los conductores, habrían sido los generadores de la gran mayoría de estos siniestros. Asimismo, el conducir bajo los efectos del alcohol, habría hecho mella en otros sucesos de sábado, domingo y lunes.

Así las cosas, se advierte desde el cuerpo de socorro payanés sobre la mala preparación de un sinnúmero de ciudadanos para asumir la responsabilidad de conducir un carro o una motocicleta, quedando incluso en evidencia, el trabajo de capacitación -obligatorio como requisito para acceder a la licencia para manejar carro o moto- que deben ejercer para con sus estudiantes, las escuelas de conducción.

Igualmente, se direcciona el llamado para que se ajusten los controles policiales en horas de la madrugada, en especial en las áreas aledañas a las llamadas zonas rosas de Popayán. Esta podría ser una buena forma de evitar que aquellos irresponsables ciudadanos que van a ‘rumbear’ en sus vehículos, se suban a ellos en condiciones no óptimas para busca su descanso o en su defecto para seguir la farra.

En fin, es claro que la responsabilidad en la seguridad vial depende mucho del accionar de las autoridades, tanto gubernamentales como policiales y hasta judiciales, pero debe ser mucho más claro para el ciudadano, que su seguridad en las calles cuando conduce, depende en gran parte de la responsabilidad con que asume el sentarse frente a un volante.