Editorial: A seguir mejorando

Concluyó este jueves en la madrugada la llamada Fiesta de Reyes, evento que por lo menos en estos 4 años de gobierno municipal, será el que represente los festejos de Popayán en los tradicionales 5 y 6 de enero. El evento se extendió por 4 días, dejando un balance con más aciertos que desaciertos. Hacemos este balance con la finalidad que sea tenido en cuenta como crítica constructiva para que las próximas festividades sean mejores y más participativas.

Comencemos por las valencias de los festejos. Bien por la variedad de la programación; hubo eventos musicales, culturales, infantiles, deportivos, entre otros, destinados a todos los públicos, buscando incluir a todos los sectores posibles en la ciudad. Notable la competición atlética, que ojalá se perpetúe en el tiempo para que sea incluida en algún cronograma de Fedeatletismo.

Los desfiles callejeros como siempre son un espectáculo favorable para la festividad; el colorido de las comparsas y la música alegre y constante, atraen esa gran cantidad de público que se conjuga a lo largo del recorrido, con todo el jolgorio propio de esta clase de espectáculo. Bien por mantener a los artesanos sureños para la fabricación de carrozas; este año, las creaciones fueron aplaudidas y contribuyeron en darle sentido de pertenencia a los festejos payaneses.

Gran acierto el Desfile de Reyes Magos, recorrido que revivió una tradición que ya estaba perdida en nuestra Popayán. Bien por la puesta en escena, el orden y el respeto de quienes acudieron a presenciar el recorrido por pleno centro histórico de la capital caucana.

El ciclopaseo fue un evento para mantener y reforzar. El dejar por fuera a los equinos, brindando bienestar corporal y recreación, fue una decisión para aplaudir.

Los conciertos en el parque Carlos Albán centralizaron la rumba de los Carnavales, lo que ayudó a la masificación de los mismos; en cuanto a los artistas, cumplieron con creces y no desentonaron a lo largo de las presentaciones.

Muy bueno el encuentro de música afro, evento que sirvió para demostrar que hay excelente materia artístico entre dicha etnia. Igualmente no nos cansaremos de ponderar los espectáculos donde los grupos de chirimía fueron el eje central. Queda claro que este tipo de agrupación que representa la cultura caucana, también lleva gente y la pone a gozar al máximo.

Buena la labor de la Policía Metropolitana de Popayán que estuvo presente en todos los eventos apoyando para mantener el orden público en los espectáculos y evitando que pequeños conatos de desorden desdibujaran las actividades.

Finalmente, consideramos un acierto para la Fiesta de Reyes darle apertura a las zonas de juegos. Esta norma permitió que los ciudadanos que no gustan de ese tipo de actividad callejera, salieran con más tranquilidad a disfrutar de los variados eventos culturales y gastronómicos matutinos y vespertinos.

Del inventario negativo tenemos que mencionar en principio, la falta de cultura de algunos individuos que se sobrepasan en los mal llamados juegos. No es posible que se confunda diversión con agresión física. Por fortuna, este tipo de sujeto desadaptado fue alejado de muchos de los eventos de la Fiesta de Reyes.

Muy mal por los retrasos en muchos de los eventos. Claro está que el factor climático le jugó una mala pasada a los organizadores, sobre todo en horas de la tarde.

Aunque es un problema de todos los años, hay que seguir analizando mejor los desvíos y las0 posibilidades de movilidad en el tránsito durante los eventos callejeros, a fin de no taponar ciertos sectores de la ciudad; en este sentido los organizadores tienen que ser conscientes que la rutina laboral o personal de muchas personas continúa y tienen todo el derecho de una libre circulación.

En definitiva son pocos los desaciertos que sobresalieron durante estas fiestas. Sin embargo, a esos hay que apuntarles para que en el 2016 la Fiesta de Reyes siga consolidándose como una verdadera fiesta payanesa.