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Diseño y creatividad para el ahorro

Desde hace año y medio una joven emprendedora elabora alcancías personalizados.

En el apartamento donde vive Natalia y su familia, realiza la elaboración de las coloridas y creativas alcancías y materas personalizadas. / Alexander Paloma – El Nuevo Liberal.

“Yo me levanto a las 5:00 de la mañana y empiezo a trabajar, a las 8:00 voy a dejar a mi hijo al jardín, después hago las labores de mi casa y sigo todo el día hasta que llega el niño nuevamente, hago 12 marranitos en dos días”, relata Natalia Mosquera Manzano, emprendedora payanesa quien tiene su taller en un apartamento del centro de Popayán.

Su emprendimiento son las alcancías personalizadas de cerámica, todo comenzó por la falta de empleo y al quedar embarazada. “Entonces por querer estar con mi hijo decidí emprender trabajando desde casa, este proyecto nació también para que mi hijo se incentivará en el ahorro y al cuidado de la naturaleza”, dice Natalia.

El inicio fue cuando la joven madre le hizo la primera alcancía a su pequeño para que él empezara a motivarse a ahorrar. “Ahora tiene dos años y él solito viene y mete las moneditas o botones, así va llenándolo y entonces decidí empezar a hacerle más de diferente modelo”. La gente que visitaba la casa vio las alcancías y empezó a encargarle, de esa manera surgió la idea de crear su propia microempresa, ya ha transcurrido un año y medio.

Natalia solo comercializa sus productos de manera virtual, a través de una cuenta en la red social Instagram (nata_alcanciaspersonalizadas). Precisamente estos productos son hechos al gusto de los clientes, aunque la joven emprendedora ya tiene diseños de diferentes personajes como Bob Marley, Gokú, Picachú, o superhéroes Flash, Superman y otros motivos más modernos como Harry Potter, no solo elabora alcancías de tres tamaños diferentes sino materas.

“Yo trato de mirar los motivos que la gente necesita pero los adapto al diseño mío, por ejemplo los unicornios, ahora a las niñas les gustan mucho, entonces hice un marranicornio, lo que yo trato de hacer es que todos los marranitos no sean el típico de vivero que se tiene para ahorrar sino que tengan como un estilo propio, que todos sean diferentes”, explica.

Pero Natalia no siempre se ha dedicado a este oficio, aunque desde muy pequeña sí se inclinó por la manualidades su formación profesional fue como auxiliar de vuelo cuando vivió en la ciudad de Cali. “Trabajé casi 8 meses en Satena pero por algunos problemas familiares decidí volver a Popayán”.

Como es conocido, en esta capital es difícil conseguir empleo y más complicado como auxiliar de vuelo. Ante esa carencia prefirió sostenerse con su propio talento ya que es empírica. “Vi la posibilidad de ser una joven emprendedora, que no necesitaba salir a otro lado a buscar trabajo, que con mis manos, -porque desde pequeña me gustaron las manualidades- podía hacer algo que me diera mi sustento”.

Natalia ha participado en convocatorias con la Alcaldía de Popayán “gracias a Dios me ha ido muy bien salí en dos o tres ocasiones a ‘Noche de Museos’ y con la junta Pro Semana Santa, a veces es un poco complicado porque ya hay grupos de artesanos de gente adulta, hay muy pocos jóvenes en manualidades entonces es difícil entrar a estos grupos pero sí me ha ido bien”.

Prácticamente esta emprendedora se ha hecho a pulso con su esfuerzo y talento ya que se ha capacitado por cuenta propia en algunos cursos como porcelana y cron y aunque esto no tiene nada que ver, sí le aporta para pequeños detalles que necesitan las alcancías.

La elaboración

Durante la elaboración lo que hace Natalia es la manualidad de decorado con las temperas y el pincel, además como el material llega poroso tiene que pulirlo con lija, el proceso es largo y se hace más extenso porque trabaja sola. Después  diseña cada modelo, adapta y finalmente comercializa.

Otra persona está encargada del proceso de hacer las alcancías, labor que se hace independiente al trabajo manual, es más, en un principio estos productos se tenían que destruir para sacar los ahorros, lo que disminuía su comercialización por eso ahora traen tapa. “Porque mucha gente decía que eso tan lindo pero me toca romperla o la llevaban de adorno y no la llenaban”.

Durante sus participaciones en las exposiciones la gente le ha hecho sugerencias tanto para la elaboración de las materas como de las alcancías, por ejemplo las señoras le han dicho que haga más diseños. Y en cuestión de las alcancías la acogida sido muy buena porque se incentiva a los niños y a la gente en general a ahorrar.

En el corto plazo Natalia ya tiene definidas metas: “mi objetivo es grande, porque la acogida en Popayán ha sido buena, entonces lo que yo quiero es mandarlas a nivel nacional, a veces me piden desde Cali y las envío, entonces yo quiero tener como mi taller, si se puede un local y llenarlo de las cosas que yo hago”.

Se avecina una temporada fructífera para su negocio como es la Semana Santa, claro y como la demanda es alta sola no alcanza, entonces lo que hace es darle trabajo a dos amigas desempleadas.

A quienes desean emprender Natalia les dice que las mujeres son verracas y lo retoma lo que algún día dijo su abuelita, “si usted se lo imaginó hágalo, esa idea tiene que hacerla porque si no viene otra persona que también la pensó y la hace antes que usted; entonces sea lo que sea que uno quiera hacer se puede”.