Dibujando a Popayán: espacio alternativo para el arte
Por: Olga Portilla Dorado
“Ahora la ciudad está muy bella, tiene muchas opor-tunidades para desarrollar la actividad intelectual y el arte. Es una ciudad ideal, con un escenario arquitectónico natural que es envidiable, todo eso des-pierta amor y sensibilidad por la ciudad”, así describe el diseñador gráfico y vitralista Alfonso Espada, al preguntarle qué lo motivo a crear la iniciativa denominada ‘dibujando a Popayán’.
Desde hace nueve sábados, él junto a un grupo de jóvenes, adultos, incluso niños, todos amantes del dibujo, se reúnen desde las 2:30 hasta que cae la tarde, en diferentes sitios de Popayán, para con sus lápices y cuadernos, sentarse a dibujar lo que observan a su alrededor. Hasta ahora han visitado El Mo-rro, los parques Santa Catalina, Benito Juárez, Francisco José de Caldas y los barrios Pueblillo y María Oriente.
Algunos dibujan personas, otros la naturaleza y otros las edificaciones, cada uno con su estilo y su técnica. Entre 2 y 4 horas se demoran en hacer el dibujo base, y apoyados en su memoria, terminan su dibujo en casa, en esa labor se puede invertir unas 8 o 10 horas, que dan como resultado final todo un trabajo hecho a detalle, tal como se ve en las fotografías. Y aunque esta iniciativa sur-gió desde el Facebook del artista payanés Alfonso Espada, como una invitación ‘poco ambiciosa’, gracias a los “likes” y a las veces que se compartió, a esa primera cita llegaron 9 personas.
“Ahora podría pensar en un objetivo claro, porque inicial-mente fue una invitación a dibujar. Yo diría que el objetivo es el de abrir espacios para el arte, para la cultura, que de pronto estén más allá de un salón, de la universidad, de una sala de exposiciones; que simplemente ofrezcan la posi-bilidad de que cualquier per-sona que tenga el gusto por el dibujo se pueda acercar y ver que con un lápiz y un papel puede mirar su ciudad, observar, detallar, sentirse parte de ella”, comenta Alfonso.
Muchos de los que hoy hacen parte de esta iniciativa, son estudiantes de distintas universidades que conocen la obra del artista Alfonso Espada; otros, dibujantes por vocación, a quie-nes la rutina de su semana los aleja de esta pasión. Otro tanto, son quienes dejaron de dibujar por cualquier circunstancia. También, están los que lle-gan por curiosidad, por eso, es que ‘dibujando a Popayán’ es un grupo abierto, sin ánimo de lucro y que cada sábado busca retratar el lado más amable de la ciudad.
“Hemos tenido de todo, gen-te que tiene formación o que se está formando en el dibujo, gente que había dibujado y dejó de dibujar, gente que tiene pa-sión por la fotografía y ahora decidió dibujar, entonces no es un grupo de expertos, no es un grupo cerrado. Aquí la gente puede encontrarse para dibujar lo que quiera, dibujar lo que ve, simplemente es observar su ciu-dad, y dibujarla desde su punto de vista; cada quien va encon-trando la forma por la cual quiere expresar su ciudad, no hay un límite de técnicas ni una restricción, pero hasta ahora to-dos usamos solo lápiz y papel”, describe el artista.
Dibujando a Popayán, el futuro del arte en las calles
Para Alfonso Espada, artista con más de 17 años de experiencia en el arte y exdocente de algunas Universidades de la ciudad, fue una grata respuesta la acogida que tuvo su invita-ción, además de la constancia que han tenido los asistentes a los encuentros, pues hoy son ya más de 15 personas las que cada sábado acuden al llamado. Es por eso que poco a poco ha ido dándole forma a la pro-puesta, y a través de las redes sociales ya ha creado un grupo, ahí publica los ‘posters’ de cada encuentro, sube fotografías de las jornadas que han hecho, y así la iniciativa va teniendo eco en la ciudad.
“Ahora ya estamos pensando en tener un símbolo que nos identifique, de pronto también queremos llegar a tener unas camisetas que podamos usar, también queremos po-der obsequiar un cuaderno de dibujo a la gente que se acer-que a dibujar; ese sería como un interés que tenemos y que si hay alguien que nos quiera apoyar con eso, es bienvenido.
Nosotros estamos alejados de cualquier vínculo político, religioso, o de cualquier otro tipo, simplemente nos une la voluntad y el querer hacer de los espacios que tiene Popayán, escenarios para el arte y la cultura”, dice Espada. Este diseñador gráfico es un convencido de que en Po-payán sobra el talento, pues sus 8 años de experiencia en la docencia, le han dejado en su memoria y en sus afectos, más de 100 ilustradores, excelentes dibujantes, apasiona-dos por hacer este arte.
“Aquí en Popayán hay una mina de oro con ilustradores, caricatu-ristas, dibujantes, pintores; la ciudad, en ese sentido es ‘ben-decida’ por tener esa cantera de gente joven que se interesa por el arte”.
Entre los propósitos a me-diano plazo que tienen con el proyecto, Alfonso comenta que sería hacer realidad un sueño, convirtiendo éste en un pro-yecto cultural, reconocido, con más encuentros en varios días a la semana. También, quieren llegar a más barrios y ofrecer en estos lugares no solo las herramientas para dibujar, sino po-der dictar talleres sobre el tema, integrar a la comunidad en tor-no al arte.
Finalmente, y aunque -por ahora- todos sigan dibujando con el único interés de apren-der o de perfeccionar su arte, Alfonso Espada y los demás integrantes de ‘dibujando a Po-payán’, esperan seguir llenando sus libretas de bellos dibujos que reflejan la ciudad blanca, y sus alrededores, para así pensar en unos meses en poder hacer una exposición; también en la calle, abierta a toda la ciudada-nía para que conozcan cómo se dibuja a Popayán.
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