Del salpicón a la carantanta

CARLOS EDUARDO GÓMEZ

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Entre elegir un Gobernador que tenga la capacidad de tomar decisiones propias, y uno que tenga la necesidad de consultar las decisiones, existen diferencias:

En efecto, avalaron a un candidato que, como la letra de la canción de Facundo Cabral, “No se sabe si es de aquí o es de allá”, toda vez que no ha logrado encontrar identidad política, pues no ha definido si escoge por desprenderse de las faldas de Temístocles Ortega o dar el salto de apariencia e incorporarse a los dominios de Luis Fernando Velasco, de Crisanto Pizo Mazabuel o de Carlos Julio Bonilla Soto.

Óscar Campo, el candidato con mentalidad de ‘Retroexcavadora o Motoniveladora Caterpillar’, significa la ‘carantanta’ -producto del ‘pegado’ de la olla- del actual Gobernador, o sea, el candidato del mandatario a la Gobernación; o mejor, un secretario de Infraestructura con aspiraciones de Gobernador de Temístocles Ortega, y quien -de llegar a ser elegido- sería un gobernante con mentalidad de secretario de Obras Públicas.

Caucanos, ¿ustedes elegirán al candidato del Gobernador del ‘salpicón’ para que Temístocles Ortega siga gobernando en cuerpo ajeno por otros cuatro años?  ¿Para que, antes que gobernar al Cauca, se dedique a prepararle la candidatura al Senado a su síndico electoral?

Qué futuro le podrá esperar al Cauca con otra Gobernación a favor de Temístocles Ortega, el eterno aspirante a Senador, quien ha ejercido sin recato el ‘travestismo político’, pues como dirían los que conocieron la cafetería de Baudilia, constituye un verdadero ‘salpicón político’, pues inició sus equilibrismos con Víctor Mosquera Chaux, luego pasó a las toldas de Humberto Peláez, después trepó al movimiento de Guillermo Alberto González, posteriormente se arrimó adonde Aurelio Iragorri y Jesús Ignacio García, y hasta se puso la chapa de “Liberal Pastranista”, y finalmente -como en el Partido Liberal no lo reconocieron porque lo identificaban como enemigo del liberalismo- le dieron hospedaje transitorio en el partido Alianza Social Indígena, y a futuro no sabemos dónde irá a parar su travestismo político.

A Temístocles Ortega los políticos lo eligieron Gobernador para que cuidara la casa de la hacienda durante cuatro años, pero ahora resultó que le quedó gustando y su apuesta está en adueñarse de todo el capital político de los caucanos.

En efecto, Ortega Narváez se ufana y relame de haber contribuido al entierro político de Jesús Ignacio García y José Darío Salazar, y ahora se apresta a construir la tumba y el descalabro de Luis Fernando Velasco, su eterno contrincante.

El Cauca no necesita un Gobernador para que gobierne a favor de Temístocles Ortega.  No permitamos que Temístocles Ortega, calificado como uno de los peores mandatarios que ha tenido nuestro Departamento en toda su historia, se convierta en el Nicolás Maduro del Cauca y termine en cuerpo ajeno con Gobernador de bolsillo mal-administrando al Cauca según sus amaños.

Caucanos y payaneses: ustedes tienen la última palabra.