‘Dejar de hacer la guerra también es parte de una reparación’: William Ospina
Con lleno completo en el Paraninfo Francisco José de Caldas se realizó en la mañana de este jueves la conferencia ‘Posconflicto y Medio Ambiente, una mirada crítica’, a cargo de William Ospina, considerado uno de los autores latinoamericanos más importantes de la generación posterior al Boom. Reconocido por su importante labor intelectual, su manejo del lenguaje y su sensibilidad poética.
En entrevista con Unicauca Al Día Radio, se refirió a uno de los temas clave en la actual coyuntura del país: el cumplimiento de los acuerdos que firmó el Gobierno Nacional en el marco del Proceso de Paz adelantado con las Farc.
“La verdad es que yo pienso que para aclimatar la paz de lo que más se trata es de que haya una gran participación de la ciudadanía; uno de los grandes vacíos del Proceso de Paz, si lo queremos llamar así, que se ha vivido hasta ahora es que no se puede hablar de una desmovilización de personas que han estado al margen de la Ley sin preparar a la ciudadanía para recibirlos, para acogerlos, para permitirles reintegrarse realmente a la vida civil de una manera creativa, propositiva”, sostuvo el escritor.
Por ende, indicó que esto ha generado entonces que siga existiendo una “tensión” entre la población civil y los ex combatientes, enfatizando que “diseñar un proceso de paz no es simplemente diseñar un proceso de desmovilización de un ejército, es también movilizar a la ciudadanía para que la paz se abra camino”.
Para William Ospina en Colombia ha habido un espíritu de desmovilización pero no ha habido un espíritu de reconciliación, señalando que si bien es cierto que en el país hay un amplio sector de la sociedad que se siente ofendido por todos los actos de la guerrilla “todo esto había tenido que preverse y adelantar unos procesos de pedagogía que le hagan comprender a las personas que ya desmovilizarse, que ya dejar de hacer la guerra también es parte de una reparación, pero cuando no se hacen esas cosas con la suficiente entereza y amplitud se permite que todas las viejas actitudes persistan”.
Así pues, sostuvo que lo que mejor movería a la gente hacía un proceso de reconciliación verdadera sería ver cambiar las condiciones del país.
Respecto a la campaña electoral que se adelanta en Colombia por estos días, Ospina manifestó que “adolece sobre todo de propuestas fundamentales”, teniendo en cuenta que la época actual exige soluciones urgentes a nivel nacional y global en temas como el agua, el cambio climático, la sustitución de fuentes de energía, y una mayor participación de la ciudadanía.
“Jorge Luis Borges llamaba a la democracia ‘ese curioso mundo de la estadística’, donde son las cifras la que sustituyen a los ciudadanos, y se hace que los ciudadanos sean ciudadanos cada cuatro años, cuando van a votar; y necesitamos una democracia en la que los ciudadanos sean responsables de su vida, de sus actividades y no solo estén delegando en otros las grandes tareas de responsabilidad pública. Esto hace que cuando llegan elecciones la gente no compita por ofrecer soluciones sino por atrapar voluntades rápidamente, y en esa medida la democracia se desfigura”, puntualizó.
Sobre William Ospina
En 1992 obtuvo el primer Premio Nacional de Poesía del Instituto Colombiano de Cultura.
En 1999 recibió el Doctorado Honoris Causa en Humanidades de la Universidad Autónoma Latinoamericana, de Medellín, y en 2005 el Doctorado Honoris Causa en Humanidades de la Universidad del Tolima. En el año 2005 publicó su primera novela Ursúa.
Ha colaborado con el diario El Espectador, es socio fundador de la revista literaria Número, y desde hace tres años escribe una columna semanal en la revista Cromos.
Galardonado con el Premio Rómulo Gallegos 2009 por ‘El país de la canela’, es considerado como uno de los poetas y ensayistas más destacados de las últimas generaciones y sus obras son mapas eruditos de sus amores literarios, acompañados de declaraciones ideológicas sobre la historia y el mundo moderno.
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