De la oficina al Ironman


Dura preparación para una exigente competencia en la que se pone a prueba el límite físico y sicológico del atleta.

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José Fernando Pedraza Ibarra, concluyó el duro recorrido de la competencia Ironman 70.3 que se cumplió recientemente en Cartagena. / Suministrada – El Nuevo Liberal

Bajo la preparación del Coach y acompañamiento de su equipo, en tan solo 11 meses José se propuso cruzar la meta de un Ironman 70.3; el lugar Cartagena, la fecha, comienzos de diciembre del presente año.

Así inició otro de los proyectos para el 2018 del Club Nadamigos Triatlon bajo la Dirección del Especialista en entrenamiento deportivo Víctor Catamuscay, y por elección del deportista José Fernando Pedraza Ibarra, quien eligió este Club para hacer realidad su sueño de vivir la experiencia del Triatlón y de cumplir con su reto más grande la Media Distancia.

Bajo la preparación del Coach y acompañamiento de su equipo, en tan solo 11 meses José se propuso cruzar la meta de un Ironman 70.3; el lugar Cartagena, la fecha, comienzos de diciembre del presente año.

Docente por vocación, emprendedor por convicción y hace un año gracias a su disciplina y entrega abrió su propia empresa ‘Escala Arquitectura y Bien Raíz’.

Venía ya de representar los colores de su club la Primera Media Maratón del Cauca quedando convencido de que podía ir por más. De este modo ubicó por Facebook al club de triatlón Nadamigos, el cual le abrió las puertas con gusto.

La dura compentencia

“Con las experiencias, con la gracia de saber que puedes decirle a tu cuerpo que puede dar más de sí; con la lucha mental que solo es individual porque el único reto es contigo mismo y porque la satisfacción de cruzar esa meta solo te grita lo poderoso que eres cuando lo intentas, cuando persistes y cuando lo logras”.
Una natación con cero técnica y poco avance auguraba una larga lucha, de igual forma, sin bicicleta mis entrenos se acortaban a solo dos de las tres disciplinas.

Ya en noviembre había viajado con su equipo a la Copa Colombia, en El Darién, Calima (Valle del Cauca), La distancia Estándar o también llamada olímpica, la cual cubre 1.500 metros de agua, 40 kilómetros de bicicleta y 10 kilómetros de carrera a pie.

Esta competencia indicaría, tanto para el entrenador como para el deportista, qué tan fuerte iba a estar para el Ironman 70.3 que sería al mes siguiente.

La fecha se acercaba y todo el equipo se volcó en solidaridad deportiva acompañando y motivando al deportista.

¡El día esperado llego! 11 meses de entreno, invitaciones rechazadas, madrugadas impostergables, libros sin leer y tantas cosas que quedan para dar paso a otras. Estaba resuelto. José no se permitiría ausentarse de la partida, no habría campo para la duda. Todo estaba hecho.

1.900 metros de natación, controlando técnica y pulsaciones. José salió fuerte rumbo a la bici, mientras escuchaba la barra de su familia, lo cual le motivaba más. 90 kilómetros de ciclismo impecables dentro de lo planeado; ahora la pregunta era si podía iniciar la carrera a pie.

“Vamooos que se puede”, gritaba su prometida “todo está en la mente y el corazón”, decían al unísono su madre, hermana y sobrina, al verle entrar a la transición con la cabeza gacha. De no ser por ellas su viaje ahí hubiera quedado, ellas fueron su fuerza y su centro, había visualizado una y mil veces su llegada a meta.

Y fue así como cruzó la meta después de 21.1 kilómetros de mucho esfuerzo, bajo 34 grados centígrados de temperatura. Lo que había proyectado y soñado José al inicio del año se cumplió. Y se cumplió tal cual… ¡con pedida de mano incluida!

Ahora el Cauca puede decir nuevamente que tiene a un deportista payanés como Finsher Ironman!

“Con las experiencias, con la gracia de saber que puedes decirle a tu cuerpo que puede dar más de sí; con la lucha mental que solo es individual porque el único reto es contigo mismo y porque la satisfacción de cruzar esa meta solo te grita lo poderoso que eres cuando lo intentas, cuando persistes y cuando lo logras”, dijo José Fernando Pedraza Ibarra, quien orgulloso agrega que el nombre del Cauca y de Popayán quedó plasmado en Cartagena.

“Una vez más en un proceso gratificante guiado por alguien que cree y sigue creyendo en el poder del deporte caucano, están todos cordialmente invitados a ser parte de este club porque Nadamigos es un estilo de vida”, puntualizó el deportista.