Corrupción, politiquería y otros demonios

CRISTHIAN GOMEZ

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La corrupción le cuesta a los Colombianos 14 billones de pesos, lo que representa 1,6 % del Producto Interno Bruto, así lo expreso el ex vicecontralor General de la República, Felipe Córdoba en el marco de la conmemoración de los 90 años de la Contraloría General de la República. La ONG Transparencia Internacional, indica que Colombia se ubica en el puesto 94 entre 175 países en cuanto a corrupción.

Según el último informe del DANE, Colombia tiene 13’210.000 personas en condición de pobreza medida por el nivel de ingresos. Para el caso del Departamento del Cauca la cifra es del 54,2 % y el 25,5 % de ellos en la pobreza extrema. Es decir de los 1’379.169 habitantes, 747.509 son pobres (no alcanzan a tener un ingreso mensual por encima de 176.249 pesos) y 351.688 en la pobreza extrema (ingreso menor a 2.893 pesos al día). Las anteriores son cifras medidas monetariamente, si mencionara la pobreza multidimensional que combina indicadores como educación, salud, trabajo, vivienda, servicios públicos domiciliarios, entre otros, los resultados serían escandalosos.

La senadora Claudia López tuvo la entereza de expresar públicamente algo que ya era de lo más sonado en el radio bemba regional, lo que muchos multiplicaban pero nadie tenía el valor de sostenerlo; en palabras de la senadora “ Felipe Muñoz es un viejo socio de Juan Carlos Martínez Sinisterra”, “ no permitiré que por cálculos politiqueros Alianza Verde avale aliados regionales de mafias y corruptos”. Las buenas intenciones de la senadora deben ir acompañadas de pruebas que demuestren sus acusaciones, de lo contrario se corre el riesgo de quedar como otras tantas cosas que se acostumbran a decir los políticos en campaña. Aunque también es cierto que en Colombia, son pocos los condenados y esa ha sido su mejor defensa.

Los Caucanos merecen conocer la verdad completa, las declaraciones de la parlamentaria solo son una parte de la historia sobre la politiquería y la corrupción en el Departamento. Es urgente un debate sobre el financiamiento de las campañas. ¿De dónde provienen los cuantiosos recursos? ¿Qué vinculo tienen los donantes con el candidato y cuál es su interés?

La perversa practica de “este es de los míos, a usted lo apoyo con este dinero, pero usted va a contratar con este señor quien va a hacer la obra, a usted le corresponde esta suma de dinero y en las próximas elecciones nos vamos a colaborar”, describe el financiamiento irregular de la política que se constituye como la puerta de entrada, en la génesis de la corrupción.

La corrupción es una empresa criminal más difícil de combatir que las guerrillas, los paramilitares y el narcotráfico. Tienen practicas cada vez más sofisticadas, sutiles, y aprovechándose de la pobreza y las necesidades de las gentes, llegan al poder para favorecer a sus cercanos con total impunidad y desidia.

Los recursos que deberían destinarse a sacar de la pobreza y la indigencia a los Caucanos, se quedan en las mordidas de los contratistas y los amigos del gobernante. Tenemos unos personajes que con sus egos de doctores se hacen llamar dirigentes políticos, en sus discursos exaltan la esperanza, la unión, la transparencia y la inclusión, pero en el fondo son la cara de la indolencia y la negligencia. Mientras este Departamento agoniza en la pobreza, pretenden seguir perpetuando las mismas prácticas politiqueras y corruptas que tienen al Cauca postrado. Ya desde hace muchos años ha tomado fuerza la perversa costumbre de candidatos disfrazados en los Partidos políticos pero que en realidad son los representantes de microempresas electorales cuyo principal objetivo es aprovechar el poder para su favorecimiento económico.

Apenas se está empezando a destapar una olla que lleva muchísimos años podrida. El Cauca repito, necesita conocer toda la verdad.