Con el Cauca ¿cuál ha sido el peor gobierno nacional de los últimos años?

Santiago-Zambrano-300x290SANTIAGO ZAMBRANO SIMMONDS

[email protected]

Hace unos días en coloquio de amigos surgió la pregunta sobre ¿cuál ha sido el peor gobierno en los últimos años con el Departamento del Cauca en materia energética?

Algunos afirmaron que fue Samper pues durante su gobierno se negó la licencia ambiental a la hidroeléctrica de Micay, que de haberse construido le estaría produciendo grandes recursos propios al Departamento quitándose tanta dependencia del nivel central; otros en cambio dijeron que el peor era el de Pastrana pues en su mandato se intervino Cedelca sin ninguna razón de peso excepto la de debilitar al entonces gobernador Cesar Negret quien con determinación había solicitado a la Nación pagara los subsidios por estratificación.

La mayoría estuvieron de acuerdo que el peor era el de Uribe pues su gobierno entregó de manera turbia la distribución y comercialización de energía en el Cauca, primero a una empresa fachada donde participaban varios ex – funcionarios del gobierno, donde el mayor accionista era una empresa constituida en Panamá con 10.000 dólares y ante su fracaso, la volvió a entregar a dedo a la Compañía Energética de Occidente (CEO) omitiendo la solicitud de compra que para el Departamento había hecho el gobernador González.

Cuando habíamos llegando casi que a un consenso, un joven amigo argumentó de manera contundente que el peor ha sido el de Santos, por las siguientes razones:

Primero dijo que estratégicamente en éste gobierno se había enterrado la posibilidad para que la región manejara su empresa pues los más de $20.000 millones de pesos que todos los caucanos habíamos aportado a través del impuesto predial fueron capitalizados sin actualizarlos a “valor presente” y a un valor por acción superior al valor real de la empresa permitiendo así que el Gobierno Nacional continuara en mayoría accionaria, es por ésta razón que las asambleas de accionistas y juntas directivas son un chiste; son presididas por funcionarios de tercer nivel pues las decisiones ya están tomadas y nunca se tienen en cuenta las necesidades de la región. Hoy por ejemplo Cedelca tiene $25.000 millones en caja y a pesar de tantas necesidades no se le ha permitido hacer inversiones en generación de energía. Es por tanta impotencia que algunos gobernantes locales han manifestado la conveniencia de vender la participación que tienen en la Empresa.

Por otro lado, continúo diciendo, que era en éste gobierno donde con la aquiescencia de la Superservicios se han permitido los mayores atropellos a la población, con tarifas promedio superiores a la media nacional y donde se ha consentido que el operador arrincone a usuarios ricos y pobres con la figura de “energía dejada de facturar”. Finalizó diciendo que sí era tan grave lo de Uribe, entonces ¿dónde está la sanción a los funcionarios de la Superintendencia y del Ministerio de Minas involucrados en semejante “torcido”? o ¿será que son los mismos con diferente ropaje?

Con dicha argumentación concluimos lo siguiente: 1) Es clara la poca importancia que tiene el Cauca para Colombia, no de otra manera se explica que vamos a cumplir 20 años sin que los caucanos tengamos ninguna injerencia en nuestro recurso más valioso. 2) Hay un estrecho margen sobre cuál ha sido peor, si Uribe o Santos, sin embargo la ventaja de mejorar es de éste último, pues aún tiene años por gobernar y puede darle un cambio al Cauca permitiendo entre otras: Que la propiedad de Cedelca se componga según la realidad de la empresa cuando se hizo la capitalización; que la nación repare a la empresa por su desastrosa administración durante los años de intervención; que se capitalicen los activos energéticos del Departamento y sobretodo que le permita a Cedelca hacer proyectos de generación de energía. Todo esto se propuso en la última Asamblea de Accionistas y está para estudio.

Los caucanos con esto no pedimos limosnas, pedimos justicia y respeto a la autodeterminación de nuestra riqueza, pues por lo que se ve y al paso que vamos en época de posconflicto, lo que quieren allá es que sigamos siendo limosneros.