Cinco retos del transporte terrestre en Colombia

IVANOV RUSSI URBANO

Gerente Terminal de Transportes de Popayán

El sector transporte en Colombia afronta hoy además de los problemas ampliamente conocidos por la opinión pública como son el mal estado de la infraestructura vial, la seguridad en las carreteras y el alto costo del combustible, otros retos no tan discutidos en la agenda nacional.

El primer reto seria la modernización de las Terminales de Transporte. Es bien conocido el regular estado de la infraestructura de las Terminales del país. Las Terminales de las principales capitales tienen entre 30 y 40 años de construidas y su arquitectura dista mucho de ser vanguardista y funcional. Valdría la pena darle el mismo enfoque de las terminales aéreas, con unas instalaciones cómodas y modernas. Si es el caso abrir a las mismas al capital privado como sucede en las terminales de México o incluso pensar en capitalizarlas desde el Ministerio de Transporte el cual es hoy accionista minoritario de muchas de ellas.

Un segundo reto serían las Tasas de Uso. Las mencionadas tasas son la principal fuente de ingreso de las Terminales del país. Dichas tasas no responden a una adecuada estructuración de precios y tan solo se pueden incrementar por ley año a año en el IPC. Esto ha llevado a una situación de postración a muchas terminales del país que se ven imposibilitadas para crecer y tener una mayor dinámica presupuestal, lo cual se traduce en bajas inversiones en infraestructura y servicios.

En tercer lugar, valdría la pena hablar de la cultura ciudadana al volante. Se requiere urgente de un esfuerzo adicional por parte de las empresas transportadoras en la capacitación de su recurso humano. Se deben desestimular prácticas de uso común entre los conductores como el adelantar en curva, el exceso de velocidad en las vías intermunicipales y el adelantar en doble línea. La imprudencia al volante está generando un impacto económico terrible tanto en vidas como en lo material.

La movilidad no solo urbana sino intermunicipal es otro de los grandes retos. La experiencia internacional pareciera enseñar que más vías no se traducen en una mejor movilidad. El Estado de California solo por dar un ejemplo, año a año invierte millones de dólares en nuevas autopistas solo para ver como su movilidad es cada vez peor. Hay que impulsar con decisión los medios masivos de transporte, la densificación de las ciudades y el desincentivo del vehículo particular. Medidas no siempre populares pero muy necesarias.

Por ultimo mencionemos la Revisión Técnico Mecánica y de Gases. Los Centros de Diagnóstico Automotor son los encargados de esta revisión la cual se supone es minuciosa y estricta. Sin embargo, no hay que hacer un ejercicio muy detallado para comprobar que muchos de los vehículos que circulan hoy por las carreteras colombianas no cumplen con la normatividad, especialmente en lo referente a la emisión de gases. Muchos buses intermunicipales son verdaderas cafeteras que están destruyendo como ninguna industria nuestro medio ambiente. Es hora de que las autoridades verifiquen a profundidad lo que sucede en los CDA’s y nos eviten catástrofes como las de Shanghái.