Bicicrosista caucana va por el título mundial de BMX

Laura Tatiana Ordóñez se alista para afrontar la ‘Copa Mundo de BMX Supercross’ organizada por la UCI, evento que se disputará en Holanda y Bélgica. La corredora caucana sueña con meterse entre las finalistas. 

Por: Daniel Egas

En la Copa Nacional de BMX en Ubaté, Cundinamarca, Laura Tatiana Ordoñez registrando el mejor tiempo, ganó el cupo para representar a Colombia ‘Copa Mundo de BMX Supercross’ organizada por la Unión Ciclista Internacional. /Fotografías: Suministradas

Con tan solo 17 años, Laura Ordóñez ya se perfila como la nueva promesa del bicicrós nacional. Su velocidad, su excelente partida y potencia la han llevado a cosechar varios títulos y a ser parte de la selección Colombia que afrontará la ‘Copa Mundo de BMX Supercross’ organizada por la Unión Ciclista Internacional (UCI), máximo órgano disciplinario en el ciclismo mundial.

El evento contará con dos fases, la primera de ellas se cumplió en Papendal (Holanda) durante el viernes y sábado pasado. La segunda fase de la competencia, que es donde estará la caucana, se llevará a cabo en Heusden-Zolder (Bélgica) ahí se disputarán las semifinales y finales del evento que coronará a los nuevos campeones mundiales de la disciplina. Esto será los días 13 y 14 de mayo.

Laura, que es apoyada por Indeportes Cauca aprovecha los días previos a la competencia para entrenarse en la ciudad de Medellín y llegar con un buen nivel competitivo a la copa internacional, en donde buscará instalarse entre las finalistas que además del honor recibirían bonificaciones que van desde los 300 hasta los 2.500 euros.

Los esfuerzos para ser una deportista de talla mundial

El año pasado en la Copa Supercross disputada en Medellín, la bicicrosista caucana Laura Tatiana Ordóñez ocupó el tercer puesto.

Laura Tatiana Ordóñez nació en Popayán y con el apoyo de su familia, en especial de su abuela Graciela Daza, se las arreglaba para conseguir los recursos suficientes para asistir a los entrenamientos que se realizaban en el municipio de Timbío. Un año después, los entrenamientos daban frutos y Laura con tan solo nueve años de edad comenzaba a disputar sus primeros torneos nacionales.

De la mano de su primer tutor Harvey Ruiz, la deportista daba los primeros pedalazos en la bicicleta que la administración municipal de Timbío le regaló. A los 9 años de edad lograría su primer gran triunfo: el segundo lugar en el primer Panamericano al que asistía. Después de tres años de aprendizajes y títulos, esta bicicrosista caucana iniciaría un nuevo proceso, esta vez bajo la asesoría técnica de Andrés Sotelo, con quien desde entonces se prepara para asumir su mayor reto: la Copa Mundo BMX Supercross de la UCI.

En su corta pero fructífera carrera deportiva, Laura Tatiana ha alcanzado varios logros y reconocimientos. Se proclamó por primera vez campeona latinoamericana y sudamericana en el año 2014 logrando repetir honores al año siguiente, eso sumado a los más de 12 trofeos que ha ganado en justas nacionales.

La deportista caucana, que desde hace seis meses se instaló en la ciudad de Medellín para entrenarse en la Escuela Mariana Pajón, ha tenido que superar varios obstáculos para poder llegar al lugar en el que está actualmente. Uno de los que más recuerda sucedió en un entrenamiento preparativo para afrontar una valida nacional, Laura perdió el control de su bicicleta estrellándose contra el asfalto, el resultado: una fractura en el radio de la mano derecha.

“Me fui a vivir Medellín para alcanzar un mejor nivel competitivo. Han sido muchos triunfos obtenidos y ahora esta oportunidad mundial, pero primero siempre debe estar la humildad, uno tiene que ser persona, eso para mí es lo más importante”. Laura Tatiana Ordóñez.

En el BMX está permitido caerse pero es obligatorio levantarse y Laura sabe esto a la perfección, y como la guerrera que es, se recuperó y volvió a la pista sin temor alguno, mejorando a pedalazos agigantados.

El camino de éxito llegaría a su máximo apogeo durante la ‘XI valida nacional de BMX’ en Ubaté (Cundinamarca) pues Laura quien con 33 segundos y 865 milésimas de tiempo en su recorrido por la pista cundinamarquesa llamaría la atención de la Federación Colombiana de Ciclismo, quienes la avalarían para representar a Colombia en la importante competencia mundial de BMX.

Hoy por hoy la joven promesa del deporte caucano se entrena a jornada completa para afrontar su primera competencia mundial. “La preparación es dura, uno sabe que allá va a correr contra las mejores del mundo”, afirma Laura, quien además reconoce el reto al que se enfrenta siendo consciente de sus capacidades e incluso se visualiza metida en el selecto grupo de finalistas.

Laura, ‘la niña de los ojos’ de la abuela Graciela

Laura Tatiana Ordóñez aún no logra creer que en sus hombros llevará el peso de un país entero que ve en ella la posibilidad de un nuevo reconocimiento deportivo. “Es algo muy lindo, de no creerse, nunca me había pasado algo así y estoy muy contenta por esta oportunidad”, le confesó a este medio la bicicrosista antes de partir hacia Bélgica.

La payanesa se enfrentará por primera vez a un mundial de esta disciplina que ya ha tenido campeones colombianos, por lo que representa un reto mayor dejar su nombre, el de su departamento y el del país en alto. En su mente está el ganar, por eso confía en sus capacidades y en el entrenamiento que ha recibido.

Pero para llegar hasta ahí Laura necesitó de un proceso, un largo camino que involucró no sólo el esfuerzo físico sino el de su familia. “Laura ha contado con un gran apoyo familiar, hemos sido un equipo de trabajo constante para ayudarla en cada una de sus justas deportivas”, afirma Graciela Daza su abuela. “Mi apoyo ha sido constante, realizando diferentes actividades con el fin de recaudar el dinero necesario para que ella siempre pueda asistir a los eventos programados”, concluye Graciela.

A pesar de que la bicicrosista caucana se ha codeado con grandes figuras del deporte nacional como Carlos Mario Oquendo y Mariana Pajón, Laura Tatiana no pierde la humildad, cualidad que ella misma denomina como factor clave para sobresalir en el bicicrós.

Esa misma humildad con la que niega ser la mejor, la vuelven un ejemplo de persona, como menciona Betsy Garzón exprofesora de la deportista: “Es una niña muy inteligente, responsable solidaria, respetuosa, honesta y disciplinada tal cual como lo refleja su progreso en su deporte”.

La profesora Betsy Garzón recuerda cómo Laura tuvo que evadir los obstáculos de las pistas y de la vida. Previo a una competencia de BMX en Londres, Laura no conseguía apoyo económico, por lo que su familia se vio obligada a ir casa por casa en Timbío pidiendo colaboraciones. Tras conseguir los recursos necesarios ella logró viajar a Londres en donde participó y se ubicó en la casilla nueve del certamen. A su regreso fue recibida como toda una heroína y en el colegio San Antonio de Padua, donde estudiaba, la campana sonó nueve veces en honor a la deportista.

Para octubre del 2015 Laura viajaría en compañía de su abuela a un Latinoamericano de bicicrós en Perú. “No teníamos suficiente dinero, estuvimos dos días en un hotel y nos dimos cuenta de que esa plata no nos iba a alcanzar”, dice Graciela, quien además menciona cómo después de salir del hotel tuvieron que quedarse en las carpas que prestaban para las delegaciones participantes.

“Ellos no daban cobijas, sólo colchonetas, y como no teníamos dinero suficiente nos tocó comprar unas cobijas pequeñas, de esas para bebé. Sentimos mucho frío, pero eso lo recuerdo con cariño, porque a pesar de las adversidades Laura se ganó la medalla de oro”, concluye la abuela con orgullo.

El camino para Laura no ha sido fácil, desde sus inicios ha tenido que aprender a superar problemas para lograr abrirse campo en el mundo del bicicrós, hoy lo está logrando y los esfuerzos de ella y sus familiares no han sido en vano.

La pedalista caucana, se ha forjado y hoy se levanta como una nueva promesa del deporte nacional a punto de competir por un título mundial. Una joven deportista de quien se espera mucho, y quizá el sueño de su abuela Graciela de verla colgarse un oro olímpico en algún momento será realidad.