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    Barrio Jorge Eliécer Gaitán espera tener agua todo el día

    Habitantes recogen agua en tanques durante la noche para tener el líquido al día siguiente.

    En tanques, los residentes del barrio Jorge Eliécer Gaitán, tienen que almacenar agua para poder utilizarla durante el día a día. / Fotos Dairo Ortega – El Nuevo Liberal.

    Desde que recuerdan, los habitantes del barrio Jorge Eliécer Gaitán, al sur de Popayán, no tienen servicio de agua potable en sus grifos mientras los acompaña la luz del sol, éstos suministran agua solo en horas de la noche, pero al despuntar el alba, el vital líquido desaparece nuevamente y así es todo el día.

    La señora Argenis Macias, habita hace 13 años este populoso sector de la ciudad, desde donde se observa por lo alto de la ubicación (razón por la cual no llega el agua) una panorámica de Popayán. Ella como los demás habitantes del barrio, de la segunda etapa, se abastece de agua potable en tanques de 500 litros, en su hogar hay dos de estos recipientes, además se ayuda con el agua lluvia porque los casi mil litros que recoge los utiliza para cocinar y el aseo personal de la familia.

    El agua que cae del cielo la usa para labores domésticas, como trapear y lavar baños, además la que sale de su lavadora. “Son las 10:00 de la noche y comienzo a recoger el agua, porque sabemos que a las 6:00 de la mañana se va nuevamente”, afirma.

    Justo al frente de la señora Argenis, vive José Antonio Benavides desde hace no menos de 30 años, es decir, desde que nació este barrio que fue primero un asentamiento que surgió tras el terremoto de 1983. Dice que el agua antes llegaba a medianoche y la que recogen en tanques u otros recipientes no siempre es suficiente para las actividades diarias como bañarse, entre otras.

    “Hace más de 10 años que nos prometen el agua. Las administraciones municipales ofrecen solución a diferentes Juntas de Acción Comunal pero no cumplen”, comenta Benavides, con evidente tono de molestia y decepción. Sin embargo, agrega que siendo estrato 1, los recibos si llegan de 25 mil pesos en adelante, lo que no le parece justo.

    Gerobán Trejos, vive la misma situación y rutina que sus vecinos, con el recibo del servicio más reciente en sus manos, expresa no entender como sin tener agua las 24 horas al día tiene que pagar entre 35 o 40 mil pesos. Recuerda en que 1998 existían tanques comunitarios donde se abastecían de agua, pero luego alguna administración les obsequió estos recipientes para instalarlos en sus casas y desde entonces nada cambia, incluso, han quemado las facturas como forma de protesta, pero todo sigue igual.

    Frankelina Fernández, otra de las moradoras del barrio, recuerda que la promesa más reciente fue en 2012, pues según relata, con la construcción del acueducto del norte, toda esta situación cambiaria y tendrían agua todo el día, pero es evidente, que la expectativa se ha ido diluyendo con el pasar del tiempo. Más bien atina a decir que prácticamente se ha acostumbrado y cada 15 días lava sus tanques, además les agrega azufre para mantenerlos limpios.

    Son las 11:00 de la mañana, la señora Fernández regresa a su vivienda y tal como sus vecinos, seguirá, por ahora, esperando a que se cumplan las promesas de los políticos o las administraciones municipales de turno. No pierde la esperanza que un día cualquiera el agua llegue directamente del acueducto a sus grifos para no estar llenando ni lavando tanques, como lo ha hecho a lo largo de todos estos años.