- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Al estrado
- Clasificados
- Especiales
En el Cauca, la violencia contra los líderes sociales no cesa. En esta nueva oportunidad, fue asesinado James Balanta, persona que luchaba por los derechos de las comunidades negras o afrodescendientes de esta zona del país.
Según fue confirmado por las autoridades, el mortal hecho se registró cuando la víctima permanecía en inmediaciones de una instalación militar de la vereda La Robleda cuando fue interceptado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta.
“La persona que iba como parrillero le disparó en diferentes ocasiones al parecer sin bajarse de la moto. Tras la agresión, los dos sujetos huyeron del sitio mientras que James murió a raíz de los disparos que impactaron en diferentes partes de la humanidad, entre ellas la cabeza”, explicó un funcionario de la alcaldía de Caloto, quien sugirió ocultar su identidad.
Registrado el homicidio, funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, de la Policía arribaron a la escena del crimen para adelantar la inspección técnica al cadáver de este comerciante, quien laboraba en esta localidad de La Robleda, zona rural del municipio de Caloto, norte del Cauca.
“Era hermano de una ex concejal de este municipio y se dedicaba a varias actividades económicas como el transporte de pasajeros. Hasta el momento se desconocen los móviles de esta situación, los familiares manifiestan que no había recibido amenazas y que esperan que las autoridades adelanten la correspondiente investigación para esclarecer este homicidio, de una persona que era considerada un representante de las comunidades afrodescendientes, destacándose por la defensa de los derechos de este grupo poblacional”, agregó la fuente consultada.
Las comunidades del norte de Cauca expresaron su preocupación por la serie de asesinatos de líderes comunitarios en esta zona del país. Con la muerte violenta de James Balanta se eleva a seis la cifra de representantes indígenas y campesinos asesinados, como los casos de Maricela Tombé, Alexander Oimé, quienes fueron ultimados a balazos cuando permanecían en sitios públicos de Popayán y El Tambo.
“En el oriente del Cauca, dos comuneros fueron torturados, situación que se suma a otros ataques y hostigamientos contra compañeros comuneros. De ahí que denunciemos a los grupos al margen de la ley que están detrás de estas muertes, de estas amenazas porque saben que nosotros defendemos la vida, el medio ambiente y el territorio, en contravía de sus intereses económicos criminales”, fue la postura del Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric, frente a esta clase hechos.
Comentarios recientes