Aprendizajes de la minga

SIGIFREDO TURGA ÁVILA

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Encontramos interesante estudiar lo ocurrido en días anteriores en Popayán y el Cauca, con la movilización y toma de la vía panamericana que hicieron los indígenas, impidiendo la circulación vehicular durante 25 o 26 días, sobre la vía Panamericana.

Llegó un momento en el que se hizo tan insoportable esta situación, que varios ciudadanos se dirigieron a las oficinas y casas indígenas, ubicadas entre las carrera 4° y 5° con calle 2° de Popayán, a tirar piedra contra esas propiedades indígenas y en protesta de lo que venía ocurriendo. Hubo manifestaciones de enardecidos habitantes de Popayán que reclamaron al gobierno el des-taponamiento de la vía.

Son reiteradas las marchas que alteran las condiciones de normalidad en la vía Panamericana, efectuadas por los indígenas en el Cauca, porque según ellos manifiestan, van 21 o 22 acuerdos incumplidos por el gobierno, lo que motiva esas tomas.

En la del año 1986 fue la primera movilización de protesta por los perjuicios causados a las comunidades campesinas, indígenas y negras del municipio de Buenos Aires, con la construcción de la represa de La Salvajina.

Fue inmensa esa movilización y los marchantes que se quedaron en Popayán esperando soluciones del Gobierno de Virgilio Barco Vargas, recién posesionado, buscaron hospedaje de hecho en las instalaciones centrales de la Universidad del Cauca, en cuyo patio de la Facultad de Derecho y sus corredores cocinaron, compartieron, discutieron, se bañaron, usaron los sanitarios y durmieron; prácticamente en hacinamiento convivieron más de 3.000 personas, durante más de una semana.

Al final, esos negros, indígenas y mestizos, todos del campo, dieron una exquisita e inesperada clase de civismo. Antes de desocupar las instalaciones tomadas, las asearon todas, las dejaron como las encontraron, impecables, incluso aquellas famosas paredes blancas de la Universidad no sufrieron un solo rayón por ningún infante de los muchos que allí se hospedaron acompañando a sus padres. Como llegaron se fueron, en orden.

Una primera conclusión que puede identificarse es la de que, de esa pulcritud, no agresión y respeto a los derechos de los demás, da la sensación de que mucho se ha perdido en las movilizaciones indígenas.

Es interesante también evaluar el significado y consecuencias de cumplir o solucionar en Minga un asunto o problema. Cuando en una comunidad ha de resolverse un problema que le atañe a todos, nadie puede desinteresarse, a todos compete y todos tienen que participar.

Supongo que inicialmente fue muy difícil para la Ministra Nancy Patricia Gutiérrez entender reunirse en minga con los indígenas, todos participantes, ninguno excluido. Le tocó aceptar reunirse con todos los indígenas presentes y todo quedó bien resuelto y como consecuencia se levantó el bloqueo a la vía.

Lo que proponga un cabildante reunido en minga si no es contradicho en ella, es aceptado y tiene toda la fuerza y respaldo suyo. Pero algo, aunque sea muy sabio, que no pase por la minga, aunque sea muy válido y conveniente, no tiene la fuerza de la aceptación.

El presidente Duque se quería reunir con unos líderes representantes de los indígenas, pero la minga no es eso y los indígenas no lo aceptaron. Finalmente el presidente aceptó reunirse en minga, pero por desgracia, ante una supuesta amenaza, que denunció la fiscalía, quedó frustrada dicha reunión. Algún día se dará.

Otra trascendental conclusión que le aporta el Cauca a Colombia alrededor de la Minga, es la de que todo proyecto o plan de solución a problemas de una comunidad debe programarse de la mano de esa comunidad para aprovechar su inteligencia colectiva que supera exponencialmente en los resultados y responsabilidades a la inteligencia individual.