Amazon en Puerto Tejada

HÉCTOR RIVEROS

@hectorriveross

A diferencia de lo que ocurre con empresas manufactureras, gran parte de los empleados de Amazon no tienen que estar cerca de nada, ni de una carretera, ni de un puerto, ni de grandes mercados, solo necesitan una buena conexión de internet, que incluso, según ellos mismos han dicho, pueden tener en su propia casa.

Si eso es así, ¿por qué no hubo una política pública para lograr que el centro de servicios que van a poner en funcionamiento próximamente se ubicara en Puerto Tejada, o en Villa Rica al norte del Cauca o en Quibdó y no en Bogotá?

Son en total 600 trabajos iniciales, 400 se ubicarán en el Centro empresarial Conecta de Bogotá y 200 lo harán desde la casa. En la práctica es un call center con un potencial de crecimiento gigantesco que, con pequeños incentivos estatales o incluso privados, podría estar en lugares donde el impacto social positivo sería enorme, pero para eso hay que tenerlo en la cabeza y moverse y hasta ahora ni lo uno, ni lo otro.

Primero, digo, hay que meterlo en la cabeza, registrar lo que parece una paradoja que no se identifica rápidamente: en lo que son más competitivas las regiones con carencias de infraestructura, o con déficits de personal altamente calificado es en servicios que se prestan a través de las nuevas tecnologías de la comunicación.

Si las condiciones técnicas y el personal formado que se requiere para que funcione un centro de servicios como el que Amazon va a operar en Bogotá se puede lograr fácilmente en cualquier municipio del Norte del Cauca o en Quibdó, ¿qué se necesita para que Amazon se instale allí?, muy simple: incentivos económicos, tributarios o de otro tipo.

En el gobierno nacional no se ha cumplido la primera condición, la de meterlo en la cabeza. Quizás alguien le pueda decir a la Ministra de trabajo, que es una funcionaria con una gran capacidad ejecutiva y que le gustan los resultados rápidos y los programas con impacto, que su Ministerio, con la aplicación de pequeños subsidios, ya facilitó que Quibdó aparezca en la lista de ciudades donde se ubican empresas de call center y que ahí hay desde hace casi cinco años doscientos jóvenes trabajando en un centro de servicios de Movistar.

En Quibdó, calladamente y con aportes pequeños de cooperación internacional y del programa de primer empleo y la voluntad de Telefónica opera un centro equivalente al 50% de lo que tendrá Amazon inicialmente en Colombia.

La Cámara de Comercio del Cauca y la Gobernación lo tienen en la cabeza y se están moviendo. Con un primer contacto, el Presidente de la Nueva EPS, una de las más grandes y serias del país, ofreció evaluar la posibilidad de ubicar una parte de la operación de sus centros virtuales de atención en el Norte del Cauca. Un cálculo rápido indica que podrían ser 200 o 300 puestos de trabajo casi inmediatos.

Cuando la Ministra Arango y el Presidente Duque firmaron con entusiasmo un pacto para promover el teletrabajo con Amazon no tenían en la cabeza que esos empleos se pueden proveer igual desde Bogotá que desde Guachené, Guapi o Quibdó.

Si lo hubieran tenido en la cabeza le hubieran podido explicar a los representantes de Amazon que si la nueva empresa tiene su domicilio y sus actividades principales en alguno de esos municipios tendría unos beneficios tributarios (que tampoco tienen en la cabeza) y podrían estar pensando en flexibilizar esos beneficios que fueron condicionados exageradamente por lo economistas ortodoxos que se tomaron Planeación Nacional y el Ministerio de Hacienda hace cuarenta años.

La experiencia de Quibdó probó que, con menos de tres millones de pesos de incentivo, por una sola vez, se puede lograr crear un empleo permanente. Eso no se compara con el costo de ningún programa de los que hay para promover emprendimiento, o para atender jóvenes infractores, o para sustituir cultivos ilícitos o para combatir la informalidad laboral y sin embargo Telefónica está ahí lista, esperando que se reviva el programa para crear otros 200 puestos de trabajo en Quibdó y duplicar lo existente

En el norte del Cauca, ese del que hablan todos los días en los medios de comunicación por los cultivos ilícitos, el mismo donde el Ministro de defensa propone fumigar glifosato y el Fiscal quitarle la luz, podría ser receptor de otras empresas distintas a las de BPO porque además tiene las condiciones de infraestructura, la cercanía a Buenaventura, la cercanía a Cali, las zonas francas y los beneficios tributarios que se aprobaron con la idea de promover economías legales en las zonas afectadas por el conflicto y las economías ilegales.

Para crear miles de empleos, digamos 25.000, solo el 10% de los que hoy se ocupan en servicios BPO, que, insisto, pueden estar en cualquier parte, bastaría que se le quitara el IVA a ese tipo de servicios que se presten desde esos municipios. Eso ahorraría algunos consejos de seguridad de los que el Presidente ha convocado en zonas con similares condiciones.

Amazon ya ocupa en Costa Rica, con una población equivalente a la del Valle del Cauca, más de 8.000 personas y en el mundo suma casi 500.000.

El sector del call center y bpo ha crecido en Colombia en promedio al 15% anual, ocupa jóvenes que no llegan a la educación superior o que desertan de ella, es decir esos que deambulan por Puerto Tejada (o Buenaventura, o Quibdó, o Tumaco) y conforman pandillas que el Estado gasa miles de millones de pesos combatiendo.